jueves, 12 de enero de 2012

QUE BONITO ES ESTAR HERIDO



Recuerdo cuando en el bosque Kanashi fue herido por la kunai lanzada por su enemigo y Sakura los acabo a grandes golpes fue que se encargo de su profesor. Ese lugar era muy peligroso y estaba anocheciendo. Sakura llevo a Kanashi malherido hasta una pequeña cueva, le examino el profundo corte en el pecho que no dejaba de sangrar.

                Kanashi: ¿Qué tan mal esta?

                Sakura: Muy bien. – le dijo esta mientras sacaba un frasquito de su neceser. – Solo tendrás que tomar esto.

                Kanashi: No… eso no… me hace… decir lo que no debo…

                Sakura: Es lo único que tengo contra la infección y esos kunais debo de decir que estaban herrumbrados.

                Así que Kanashi con mucho cuidado de que no le viera la cara se trago el frasquito. A los pocos minutos estaba un poco “desubicado” así que sin mucha vergüenza se fue acercando a su alumna.

                Kanashi: ¿Sabes, Sakura, que te vez realmente bella hoy?

                A pesar de Sakura estaba consiente que era un efecto de su medicina se sonrojo.

                Sakura: Ay, Kanashi-kun…

                Kanashi: ¿Y sabes que es lo que realmente quiero hacer?

                Sakura (con la garganta seca): ¿Qué…?

                Kanashi: Esto.

                Y se inclino sobre Sakura para besarla tiernamente en los labios aunque estos estuvieran tapados.


¡HUYE! ¡HUYE! ¡Y SIEMPRE TE ACORRALAN!

                Sakura miro a ambos lados de la calle intentando controlar los frenéticos latidos de su corazón, estaba segura de haberlo visto… ¿Qué se hizo? ¿Dónde esta? Ese cabello plateado no se puede perder de vista tan fácilmente, a menos que…

                Acumulo chackra en sus pies para ser impulsada hacia el techo de un tienda de comestibles, justo en ese momento Kanashi surgió de la tierra y la saludo desde el suelo.

                Kanashi: ¡Sakura-chan!

                Entonces la chica comenzó a saltar por los techos siendo seguida por Kakashi… no podía… no quería verle la cara después de que la hubiera besado… sabia que fue un efecto de la medicina… pero aun así… ¡era demasiada la vergüenza!

                Corría sin fijarse por donde iba ya que unas gruesas lagrimas recorrían sus tersas mejillas… lo peor no era la vergüenza…sino… que ella deseaba que ese beso hubiera sido de verdad…

                De pronto algo la aprisionó contra la pared, Sakura sintió el cálido aliento de su maestro en la nuca.

                Kanashi: Sakura…

                Y fue entonces… solo entonces que Sakura conoció el rostro de Kanashi y lo dulce de sus labios.


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